Mordiendo el polvo...

HOY TOCA CAMBIAR DE BICI…

Ante la cercanía del Soplao y sus 165 kilómetros por pistas, y viendo que llevo sin tocar la btt desde la Erronkari de septiembre, decido hacer una aproximación al cambio de postura bajando a la Bardena y aprovechando para hacer una visita a mi amigo y compañero del club Edu. El día está espectacular, sol y ni gota de aire de momento. Nos hemos desperdigado por toda Navarra para entrenar, Oskar y Rikar con sus btt se han ido al Roncal a perderse por Punta Barrena, y el gran Mike se ha escapado con Guti a hacer la corta de la Larra Larrau. Cómo se nota cuando sale medio rayo de sol!

Edu ha andado mucho en btt, y encima tiene un físico privilegiado, le salen músculos mientras come, así que aunque se ha pasado el invierno sin dar pedales por cuestiones de trabajo y familiares, en unas pocas salidas se ha puesto en un nivel medio más que aceptable y que a los demás nos hubiera costado mucho más tiempo coger. Después de la exigente salida del domingo me tomo la de hoy como regeneración, paseo y adaptación a la btt, así que somos los compañeros ideales.

Salimos de Tudela a las siete y media, y ya son demasiados los madrugones que me he pegado en las últimas semanas para poder hacer vueltas largas, espero que no me terminen pasando factura. Nos dirigimos hacia la Bardena Negra, una zona preciosa y un poco más arbolada que la Blanca, aunque en esta época del año está todo tan verde que cuesta pensar en las nubes de polvo de la Extreme en Julio. El camino de aproximación está muy roto por el paso de las ovejas, aunque no tiene casi desnivel hasta que nos plantamos al pie de la subida a los llanos que llevan hacia Sancho Abarca, cuestita de unos tres kilómetros al 8-9 %. Ya hemos roto a sudar hace rato. Cumbreamos un rato viendo las casas de invierno de los pastores, y de allí descenso de nuevo por pista en buenas condiciones y hacia la Blanca, bajamos la cuesta de la Madera y terminamos en la Perimetral alrededor del Polígono de tiro. De ahí a Arguedas y por los arrozales y huertos de la rivera del Ebro llegamos a Tudela con viento sur que nos pega en el morro hasta el coche, después de 4 h. 6’, con 90 kms, a casi 22 km/h, con 126/161 y +768 m. Edu llega en la reserva pero contento, porque para él era un pequeño test de su estado de forma real, y yo, aunque los primeros kilómetros se me han hecho extrañísimos por el cambio de postura, también contento porque no me he encontrado tan torpe como esperaba. El domingo haremos salida exigente con Mike en btt, ahí veré qué hay que seguir puliendo.